Los caramelos ácidos son toda una experiencia que comienza al abrir el envoltorio, pasa por nuestros paladares y finaliza con una mueca en nuestras caras. Si un caramelo ácido no nos hace arrugar un poco la cara, entonces es que no ha valido la pena por completo.
Si tú eres como muchos de nosotros y te encanta saborear caramelos que te lleven al límite del sabor y te hagan arrugar el rostro, esa sensación tan extrañamente placentera, entonces esta es tu categoría de caramelos, porque llegaste al paraíso de los caramelos ácidos.